lunes, 17 de agosto de 2009

Una humilde propuesta

Una humilde propuesta que tiene por objeto que la población inactiva deje de ser un costoso cargo para el erario público y redunde en beneficio para la Comunidad.

Como bien saben todos aquellos ciudadanos que se cuidan de informarse en nuestra prensa libre de lo que acontece a su alrededor, nuestro Estado atraviesa serias dificultades económicas que se manifiestan en el tejido social en forma de desempleo, este fenómeno se ha visto exponencialmente aumentado durante el último año, desembocando en una población inactiva de un volumen jamás igualado en la historia de nuestra sana democracia.
Estamos, obvio es para todos, ante una situación que puede significar una seria dolencia para nuestra sociedad; el mercado, corazón de nuestro cuerpo social, empieza a bombear con menos fuerza y, en buena lógica, partes de nuestra sociedad empiezan a perder el vigor proporcionado por el mercantil torrente sanguíneo, ocurre que cuando la circulación se detiene o se obstruye como en este caso, las partes del cuerpo donde ocurre esto se adormecen, se aquietan y finalmente, se paran.
Así pues, la solución parece obvia, hay que reanimar el corazón, en esto están ya trabajando nuestros expertos en economía, lamentablemente no es una tarea fácil, nuestra sana globalización ha traído como consecuencia una multiplicación de variables e intereses en liza que hace difícil poder considerar a la economía como una ciencia exacta, es más bien un cúmulo de proyecciones y deseos, hay quien señala que esto ha desembocado en una perdida de control sobre nuestro destino, que es ahora el Mercado, cual Frankenstein de valores y divisas, el que nos marca la pauta, pero basta observar como este sistema ha redundado en beneficio y libertad para cientos de miles de personas del primer mundo para considerar esa objeción como poco menos que una hipérbole delirante.
No es objeto de este humilde ensayo, escrito por quien no es más que otro ciudadano de nuestro reino democrático, el dar solución a este problema, hombres más capaces y con excelsa formación para mantener recto el enhiesto bisturí ante el paciente se encargan ya de recargar nuestro corazón para que todo siga igual que como hasta ahora, así pues, y como reza el título, este ensayo tiene más bien como meta dar con una solución temporal a esa población inactiva que les salve del lodazal de la pobreza y la ignominia social, cuando el corazón sea reparado pondremos fin a esta transfusión, a este cataplasma o como se quiera metaforizar en este caso.
Mi propuesta, digámosla de una vez, es la de convertir a la esclavitud a los 4 millones de parados que devoran con ingente rapidez los ahorros que como sociedad hemos amasado durante duros y felices años de recto trabajo. Se que las inquebrantables convicciones democráticas que vertebran el cuerpo social habrán hecho saltar de indignación a quien con buena fe estuviese prestando atención a mi propuesta, me regocijo de ello, solo una constante vigilancia puede mantener inalterado nuestro orden mercantil y social frente a cualquier interferencia, y desde luego, la propuesta de esclavizar a un no despreciable número de conciudadanos supone una alteración significativa, más si me permiten explicar mi propuesta coincidirán conmigo en que mi propuesta, por estudiada y razonable merece ser llevada a la práctica.
Nuestra herencia de valores democráticos es un rédito del que todos debemos enorgullecernos, una prensa libre que se alinea no con un mismo partido si no que se reparte entre los dos (y que incluso es tan libre que puede intercambiarse los papeles cuando así crea oportuno), una clase política en constante labor de vigía frente a la más mínima desviación moral de alguno de sus integrantes, unos sindicatos que han comprendido felizmente que el progreso solo se consigue a través de la unidad y lucha denodadamente junto con la patronal desde hace varios años para que nada altere nuestra paz social…
Ciertamente podemos enorgullecernos de todos estos logros, pero no debemos olvidar que bajo todos ellos subyace el interés económico que nos ha reportado felices beneficios a todos los ciudadanos del primer mundo que disfrutamos de un capitalismo sano y agradable, así pues, mientras que la democracia y los valores de libertad igualdad y fraternidad han sido nuestro espíritu, el capitalismo ha encarnizado dicho espíritu, a la hora de operar, por tanto, no es necesario que tomemos en consideración el espíritu, hay que prestar atención a la carne, nuestros valores seguirán ahí cuando los necesitemos.
Con esto, espero se subsanen las primeras reticencias a mi propuesta, la esclavitud es contraria a nuestros valores democráticos, cierto, pero hemos visto como esos valores son inalterables, seguirán ahí, y ahora de lo que se trata es de operar y sanar el cuerpo. Ahora bien, pasemos a cuestiones más importantes ¿Es rentable la esclavitud? desde luego que si, no debemos olvidar que la nación más democrática y al mismo tiempo adalid de la libertad en todo el mundo, los Estados Unidos de América, deben su sana economía a varios siglos de mantener a una clase esclava que levantó con duro tesón el país más poderoso del mundo ¿es posible un ejemplo mejor? el fértil tráfico de esclavos entre los países del primer mundo significó un impulso beneficioso y definitivo para la completa implantación de nuestras democracias primer-mundistas, como vemos, le debemos mucho más a la esclavitud de lo que en principio podríamos pensar.
Para calmar a los más contrariados ante mi propuesta, permítaseme detallarla más, presiento que la mayor objeción podría venir de aquellos que acusen a la esclavitud de degradar y empeorar la situación de los seres humanos, intentaremos refutar esto, en general los trabajadores usan su salario para sufragar algunos gastos básicos que permiten una vida digna, a saber, un techo donde refugiarse y tener acceso a medicamentos y alimentación, mientras se tengan esos tres elementos básicos se puede hablar de vida digna, con esto un trabajador puede sobrevivir para volver al trabajo al día siguiente para ayudar a reactivar la economía, pues un esclavo de nuestra democracia tendría exactamente los mismos bienes, sus dueños le procurarían alimento, atención sanitaria y un techo donde vivir ¿A quién le interesará más que a un dueño de un esclavo tener esclavos sanos y bien alimentados que trabajen más y mejor para él?.
¡Pero no se trata solo de vivir, si no de vivir dignamente! grita a coro toda la progresía, se exaltan con justicia, pienso yo, ¿es que los esclavos no podrán tener ratos de ocio? Por supuesto que si, durante los fines de semana, podrán acompañar a sus dueños a los planes de ocio que estos tengan, ir al centro comercial o de compras, por ejemplo, como se ve, un trabajador y un esclavo podrán disfrutar del mismo tiempo de ocio, las diferencias serían inapreciables.
Las plazas públicas de nuestras amplias metrópolis son el lugar perfecto para que el Estado empiece a sacar a subasta los primeros esclavos, los Domingos podrían ser un buen día para instalar las infraestructuras necesarias para que se pudiese empezar a comerciar con los antiguos y deprimidos trabajadores transformados ahora en vigorosos esclavos deseosos de trabajar, una buena época para comerciar con esclavos sería entre los meses de Septiembre y Octubre, ya que la temporalidad de los contratos actuales suele terminar sobre ese periodo del año, así, una familia que desee invertir y al mismo tiempo reactivar la economía, podría dirigirse a la plaza de su ciudad un Domingo cualquiera a adquirir un buen esclavo, o quizás, gracias a un juicioso ahorro, podrían adquirir una pareja o una familia entera, un hombre para trabajar, una mujer que asegure la reproducción de la mano de obra y quizás unos pequeños niños que pueden servir de compañía a sus hijos.
Los estudiantes que decidan dejar los estudios podrían optar entre incorporarse al mercado laboral o al de esclavos, salvaguardando así uno de nuestros principios inamovibles, la libre elección del individuo, los estudiantes universitarios que no encuentren su lugar en el mercado laboral podrían también elegir incorporarse al mercado de esclavos, no ya como esclavos cualquiera, sino como esclavos por encima de la media gracias a su formación universitaria, así, en el mercado de esclavos también podríamos huir de la injusta igualación de individuos diferentes y, al igual que en el mercado laboral habría esclavos más o menos cualficados salvaguardando también otro de nuestros principios inquebrantables, la de desarrollarnos según nuestro potencial y capacidades dentro de un entorno dado.
Naturalmente, y con esto concluimos, sería una situación temporal que se alargaría tanto como lo hicieran nuestras estrecheces económicas como sociedad, pero esta propuesta está tan bien pergeñada que me atrevo a decir que después de este acomodo temporal muchos de nuestros conciudadanos no tendrán inconvenientes en seguir siendo esclavos, las diferencias serían, como dije, inapreciables. El capitalismo nos hizo demócratas y la esclavitud nos permitirá seguir siendo libres, la cuadratura del círculo.
(Lo siento, señor Swift, no he podido evitarlo)

domingo, 22 de marzo de 2009

EL AMOR AL EMPIRISMO

Aristóteles, siempre lo pongo de ejemplo pobre hombre, gran filósofo reconocido mundialmente, realizó en su época numerosos estudios sobre personas con sordera, estos no tan conocidos, cuyos resultados hoy en día son tratados como basura de relleno en las críticas de los apuntes de la universidad. Estas teorías de la Filosofía, madre de las ciencias, por aquellos tiempos, eran respetadas y los métodos empleados en las deliberaciones no eran puestos en duda.

Mi gran dilema moral de la semana es el siguiente: ¿Pudiera ser que lo empírico esté sobrevalorado?, o más polémico aún: ¿existe algo demostrable empíricamente o solo son influencias de las creencias sociales del momento?

Aquellos estudios, de aquellos personajes que juraban poder demostrar que el hombre es superior a la mujer mediante la investigación del cuerpo y la mente, o, las pruebas químicas aportadas en el fenómeno de las Caras de Bélmez, ¿es ciencia?

Ya se que estáis pensando que estoy hablando de casos rebuscados y que no todo es blanco y negro, lo que trato de decir va más allá, en realidad hace 500 años serían impensables muchas de las cosas que vivimos en la actualidad, serían pensadas como entes mágicos o poderes divinos y puede que dentro de otros 500, a lo que ahora llamamos ciencia se le llame creencias.

sábado, 14 de febrero de 2009

Pobre muflón


No me gusta la política y antes de comenzar con aquello sobre lo que realmente quiero escribir, he de dejar claro lo que pienso: Quienes nos gobiernan son unos incompetentes y quienes pretenden hacerlo, unos ineptos.

La que se ha liado porque nuestro Garzoncillo se ha ido de cacería con un ministro y un madero, estando la trama pepera sobre la mesa del despacho del susodicho.

Pero vamos a ver, es que el cuarto poder (no por orden de importancia), nos toma por idiotas?, o realmente los idiotas son los componentes de esos medios de comunicación que se dejan manipular (quizás a cambio de algo?) para bombardearnos con noticias tan “alarmantes” como que un juez de la Audiencia Nacional, ex?-socialista, se ha ido a cazar con un ministro?

Miren ustedes, “señores”, si yo fuera Garzón o el ministro de marras y quisiera conspirar, manipular, prevaricar, o cualquier cosa por el estilo, no lo haría abatiendo pobres muflones a la vista de todo el mundo: el personal del hotel, los chóferes, los escoltas, los camareros del restaurante, los “ayudas”... . Para eso está el teléfono y la línea directa con el ministro, o una entrevista privada, o un email. Incluso hasta unas señales de humo. O es que alguien piensa que a esos niveles los hilos se mueven con la torpeza de un marionetista novato?

Eso les asusta?, que se vayan de cacería?, por aquello de que la mujer del César no sólo debe ser honrada sino parecerlo?. Por favor, no sean absurdos... . Durante mi vida profesional he tenido relación con muchos Jueces, he comido, cenado, jugado al tenis, me he ido de pedo con ellos, y yo, y lo que es peor, mis clientes, sin saber que eso sirve para ganar todos los pleitos..., vaya vaya... .

Como dice un amigo mío: qué tendrán que ver los cojones para comer trigo...

domingo, 8 de febrero de 2009

Emilio Calatayud: Eze Ómbre

El viernes se pasó por aquí una persona, que en el caso de creer la teoría de las mentes privilegiadas, yo desde mi posición y bastantes de l@s que leáis esto, observaríamos cabizaltos y boquiabiertos desde la bajura.
Emilio Calatayud y la conferencia “La responsabilidad del poder judicial”, para aquellos/as que no tienen porqué saber nada de este menda…le denominaremos “el yupi-juez de menores de Granada que plantea condenas muy freak”.

Empecemos por las condenas, que es lo más morbosillo:

*Delito/Falta: robo -Condena: encontrar trabajo.
*Delito/Falta: robos por consumo de drogas -Condena: Ayudar a repartir comida en un banco de alimentos.
*Delito/Falta: conducir una moto sin tener el seguro -Condena: Crear un cómic sobre ello.
*Delito/Falta: conducir una moto borracho -Condena: visitar un centro de personas con paraplejías, visitar a sus familiares y hacer una redacción sobre ello.
*Delito/Falta: Crackear varias empresas provocando daños de hasta 2000 euros -Condena: 100 horas de clases de informática.
*Delito/Falta: conducción temeraria y sin permiso -Condena: patrullar junto a un policía, en un servicio a la comunidad de 100 horas.
*Delito/Falta: quemar papeleras y vandalismo -Condena: trabajo de 2 semanas con el cuerpo de bomberos.
*Delito/Falta: robo, tirones de bolso -Condena: libertad vigilada durante 3 años, realizar un curso de formación en mecánica y encontrar trabajo.

Otras condenas: aprender a leer y escribir, sacar el graduado escolar, dejar las drogas e ir a un centro de menores, porque ojo…también lo hace.

Y aquí es donde este hombre de 54 años me parte el corazón y la cabeza en dos, ha conseguido darse cuenta de muchas cosas, pero todo el mundo puede llegar a darse cuenta sin comerse mucho el tarro, lo que en realidad hay que resaltar, es que las está llevando a la práctica.

¿De qué se ha dado cuenta?, de que las cuestiones de “menores”, son cuestiones de niños, niñas y adolescentes, de que un padre y una madre tienen que ser un padre y una madre, no unos colegas ya que de esta forma este/a “menor” quedaría huérfan@, de que lo que antes era un/a maestr@ ahora es un/a profesor/a, de que actualmente todo está judicializado, que el tratamiento de los medios de comunicación crea una alarma social que conlleva repercusiones negativas para los procesos de intervención, que no solamente es necesario para juzgar a alguien saber el delito que ha cometido, si no que de igual manera es, conocer a quién lo ha cometido y por eso es necesario un equipo educativo y psicológico en cada juzgado, que cada uno de ellos/as, han cometido un delito, tienen el famosísimo “perfil de delincuente”, pero no es un/a delincuente.
En definitiva y de su propia voz: “hemos perdido los papeles”.

Y después de este maremágnum de ítems, hablemos un poco de la ley, que ya sé de sobra que quién más y quién menos tiene argumentos para decir que es una basura, yo también, pero, hagamos un esfuerzo sobrehumano para seguir leyendo.
El código civil (ese pequeño manualzucho del “buen” español), recoge dos artículos muy interesantes, en el primero habla de todos aquellos derechos que tienen los hijos e hijas para con sus padres y madres, que en general habla de la cobertura de todas las necesidades básicas y de la responsabilidad en cuanto a la educación, este creo que lo tenemos bastante claro, sobre todo porque como se nos ocurra meter un revés acabamos en chirona (a parte de por lo feo que estaría psicoeducativamente, uff que tarea más complicada esto de hacer que no se me malinterprete).
Y por otra parte, los deberes de estos y estas de vuelta, obediencia, respeto…este es el que tenemos un poco olvidado, desde su punto de vista.

Y aunque no lo dice él, lo digo yo, chocan y se contradicen bastante con la Ley de Protección del menor, con la Declaración Universal de los Derechos del Niño y porque no conozco más, sino seguiría sumando.

Habla también de una cosa en la que yo no había caído, la ley del menor, nos dice que todos los niños y niñas en edad de educación obligatoria tienen que estar en horario escolar en los centros, y que cualquier persona que se percate del incumplimiento repetido, deberá hacerlo visible ante las autoridades. Esto nos implica a la sociedad, y al igual que en las cuestiones de género se hace un llamamiento masivo, en este caso es lo mismo.
Si!!!!, vale, todo el mundo hemos hecho peyas…nos lo hemos pasado genial y no tenemos una carrera delictiva, pero para la mayoría de los/as menores que acaban en un juzgado, el acceso a la educación (por malísima que esta sea), supone evitar durante unas horas al día los desastres socio-familiares que está viviendo y además aunque no quiera, algo aprende.
Él dice de manera semi-graciosa cuando impone una condena de sacarse el graduado escolar: “si no se lo han sacado por lo civil se lo sacará por lo criminal”.

Y aunque podría dedicar horas y horas al análisis de cada uno de los puntos, os responsabilizo de esa tarea, ya que ni es mi intención que prime mi punto de vista, ni invitaros a no leer este articulo por su densidad. De esta forma también os lo curráis un poquito, ahhh! y no se me va a ocurrir citar aquellos casos en que los delitos son grotescos como el asesinato, la violación o el creciente maltrato familiar, porque ya ha influido lo suficiente la televisión y la prensa y porque son minoritarios al igual que en los 50 últimos años de historia.

Así que por último me voy a dedicar a hacer visible la labor del equipo del yupi-juez, porque no estamos hablando de un superhéroe, estamos hablando de un conjunto de personas que hacen posible esta labor.
El equipo psico-educativo encargado de hacer el estudio del caso a nivel individual, de los intereses de cada implicado y sus necesidades, para adaptar la pena y hacerla efectiva.
Por otro lado la asociación Ameris, quienes tienen la tarea de la evaluación de todos los procesos de seguimiento y libertad vigilada y del cumplimiento de las condenas, vamos, en resumidas cuentas, aquellas personas que hacen el trabajo duro.
Y la implicación de aquellas entidades donde se realizan los servicios a la comunidad, no estigmatizar, dar poyo y por encima de todo, creer en ellos y ellas.

También tengo cifras sobre los resultados que han dado estos procesos, el nivel de la tasa de reincidencia, las cifras de delincuencia infantojuvenil…pero tampoco las voy a poner, ya que no creo que esto sea lo destacable.

Y con un mazazo sobre la mesa, cocluyo.

domingo, 1 de febrero de 2009

Pasando (d)el Tiempo.

La desmedida afición de nuestros medios de comunicación por calificar hasta el más nimio suceso de “histórico” hace que me sorprenda por ver que dejan pasar un verdadero suceso histórico, que la sociedad occidental lleva ya más de tres décadas sin pensar, es decir, lleva tres décadas sin producir conceptos, sin establecer nexos de sentido que permitan explicar el estado de cosas existentes, ni mucho menos cuestionarlo.

Cuando cayó el muro de Berlín, desde el bando ganador se pretendió que con la guerra fría había acabado también la historia misma, del derrocamiento del (mal)llamado “Socialismo real” se pretendía extraer la siguiente conclusión: El modelo político ideal, definitivo y más beneficioso para el ser humano era la Democracia representativa basada en la economía (neo)liberal.
Incurriríamos en un error de análisis si no supiésemos ver lo totalitaria de esta afirmación, se nos anunciaba el fin de las ideologías ¡pero se hacía dicho anuncio desde una ideología concreta!, efectivamente, cuando Fukuyama proclamaba el fin de la historia y de las ideologías jugaba con algo muy serio, se afirmaba ni más ni menos que habíamos alcanzado el cenit del trabajo político, que la aventura de la ciudadanía que inicio Occidente en Grecia había finalizado de la forma más dichosa y feliz, cual proyección disneyiana; en adelante lo único que podríamos esperar es que los progresos de las ciencias positivas irían mejorando las condiciones de vida de la humanidad, así pues, con la URRSS fuera del mapa, la economía liberal quedaba sola y sin rival para apoderarse del mundo (Se suele decir que los que nacimos en la década de los 80 hemos vivido en una época de paz, cuando en realidad hemos vivido en una guerra global en la que solo había un bando, que se ha declarado vencedor por incomparecencia de rival).

Es en este sentido en el que podemos hablar como hacíamos al principio de “fin del pensamiento”, uno piensa cuando está en el tiempo, cuando aún se puede aspirar a algo mejor, pero una vez descubierta la panacea en forma de sistema político-económico ¿Para qué pensar? Con la economía neoliberal haciendo de las suyas por cualquier lugar del orbe ¿Dónde quedaron los keynesianos? estos simpaticuelos economistas que propugnaban el control económico del mercado por parte del Estado están en la encrucijada, su época de esplendor pasó y solo pudieron observar como los neoliberales hacían y deshacían la realidad a su antojo, incluso se llegó a acusarles, a los que aún tenían los arrestos de discrepar en voz alta, de ser en realidad peligrosos extremistas, de comunistas, ni más ni menos, en realidad, los keynesianos nunca se han movido de su tranquilo sitio, lo que ocurrió más bien fue que el neoliberalismo se fue escorando tanto a la derecha que los keynesianos parecían de repente estar muy a la izquierda.
Ahora además se les encomienda la tarea de limpiar el estropicio de la economía neoliberal.

El colapso de la economía financiera que se nos viene encima parecía haber despertado a los medios de su sueño dogmático, me gustaría incidir especialmente en esta idea, si se repasan las hemerotecas de los medios de comunicación en los últimos cinco años nos encontramos con que cualquier atisbo de pensamiento crítico había quedado reducido a la nada, y se disfrazaba de bipartidismo saludablemente democrático lo que no era más que distintas versiones del neoliberalismo (En realidad, a Esperanza Aguirre y a Zapatero no les diferencian tantas cosas, solo hay que escarbar), hay quienes no nos cansaremos de remarcar hasta que punto es dictatorial y extremista la ideología que se había autoproclamado como fin final de la historia, como resultado definitivo de las diferentes escuelas de pensamiento y movimientos políticos que en el mundo han sido.
En las tertulias y en los debates la pregunta ¿Qué es la producción? fue sustituida sibilinamente por ¿Cómo podemos aumentar la producción?, dejamos de pensar (más grave aún, olvidamos la mayor lección que pudimos extraer de la Ilustración, no solo dejamos de pensar, dejamos de pensarnos) Formábamos parte más que nunca de las fuerzas productivas ciegas que avanzaban solo hacia Dios sabe dónde.

Comunismo”, “Anarquismo”, “Capitalismo” (incluso esta última era una palabra que estaba muy feo usar, se prefería el término mucho más inofensivo “economía de mercado”) eran términos que formaban parte del pasado, pero entendiendo “pasado” como el discurrir temporal mismo, cuando en los medios se negaba el micrófono (el único instrumento a través del cual podemos ejercer nuestra libertad de expresión en el espacio público es, bendito sea el libre mercado, de naturaleza privada) a toda aquella persona que pusiese en duda la idoneidad del Capitalismo lo que se negaba era la Historia misma, el “paso del tiempo” era cosa del pasado, Occidente, en su afán de independencia había conseguido independizarse hasta del tiempo mismo, de repente estábamos en una sociedad “fuera del tiempo”, para nosotros el tiempo se detuvo. (Como en todas las utopías)
Cuando detuvimos el tiempo, paradójicamente, no pudimos parar de correr.

La economía era una rueda y nosotros Hamsters, corríamos (producíamos) muy muy deprisa, con el objetivo de correr más (producir más) al día siguiente, no podemos parar de producir lo consumido porque si no la economía se va al carajo, y nosotros con ella, naturalmente. Cuando esto ocurre estamos ya ante una siniestra versión del giro copernicano, por primera vez el hombre dejó de producir según lo que necesitaba comer y tuvo que empezar a comer lo que se veía obligado a producir. (Se dice también que el Capitalismo es el único sistema de producción ensayado por el ser humano caracterizado por la sobreabundancia, nada más lejos de la verdad, el Capitalismo es el sistema productivo del Hambre, hambre de los que no tienen nada que comer, y hambre, mucho más siniestra, de los que no pueden parar de consumir)
En este absurdo lógico de invertir el orden “causa-efecto” hicieron su Agosto los publicistas, quienes, puestas así las cosas, podríamos considerar como los ciudadanos más concienciados de este perro mundo, nos engañan y obligan a consumir, si, pero por nuestro propio bien.

La sociedad griega tenía como pecado más bajo, el pecado de la Hybris, se incurría en este pecado cuando el hombre se rebelaba contra su misma naturaleza, cuando negaba su naturaleza como hombre, pudiendo hacerlo de dos formas distintas, o bien rebajarse a ser menos que hombre y vivir como un animal o bien alzarse por encima y creerse un Dios.
Creo que nuestra sociedad comete pecado de Hybris de una forma muy particular, nos creemos dioses, pero en realidad hemos renunciado a nuestra humanidad, creemos ser, por decirlo a lo Fukuyama, “El último hombre”, ese que contempla con suficiencia toda su historia y, sustentado en su tecnología y su absolutismo moral, recrimina la historia del pasado, todo aquél que pensó antes de nosotros en realidad no pensó porque no lo hizo como nosotros, podemos impugnar todo pensamiento y costumbre porque “esos pobres atrasados no sabían lo que sabemos nosotros” y así, huérfanos de nuestra propia Historia (Me pregunto si esa orfandad autoimpuesta nos lleva continuamente a hablar, como decíamos al principio, en los medios de “sucesos históricos”, quizás debido a una nostalgia del tiempo mismo que no podemos -o no queremos- reconocer) y con una potencialidad tecnológica transformadora de la realidad como nunca antes se vio, tenemos que enfrentarnos a la crisis económica que amenaza con reventarnos nuestra burbuja, o el Hommo Economicus se extingue (por más que los friedmanitas lo intenten impedir) o se transforma en algo peor y aun menos humano.

Se habla en estos meses de reformar el Capitalismo, de hacerlo más humano ¿De verdad queremos eso? El Capitalismo es un sistema que en tres cuartas partes del planeta es incapaz de distinguir a un niño trabajando de una máquina funcionando, en este sistema lo ideal es que se produzca sin parar y que eso producido sea enseguida consumido, así pues, no hay una circunstancia más favorable para nuestro sistema económico que una guerra, en una guerra producimos sin parar misiles o bombas que al explotar se auto-consumen, no tenemos que preocuparnos por una sobreproducción, las bombas, gracias a Dios, explotan. Es la circunstancia ideal para la economía capitalista, es decir, a nuestra sociedad le sale de lo más rentable matar gente.

Acabamos, en la tradición marxista se gustaba mucho de usar cierta analogía que equiparaba la revolución con un tren en marcha, una imparable locomotora que se llevaría al Capitalismo por delante. Tristemente, el charco de sangre que ha ido dejando el Capitalismo y el Stalinismo durante el siglo XX, nos ha hecho ver lo inapropiado de esa analogía, la revolución no es una locomotora imparable, eso más bien lo es el Capitalismo, que no se frena ante nada, la revolución bien podría ser el freno de emergencia que pare con toda esta locura.

martes, 27 de enero de 2009

Antónimos


Dos palabras que comparten cartel. Dos palabras que pueden compartir frase, y sin embargo dos palabras antagónicas. Me hubiese gustado vivir aquel mayo del 68 y me hubiese gustado gritar en castellano (en francés suena fatal) aquella famosa frase: "Prohibido prohibir". Y es que, el respeto está reñido con la prohibición. De hecho no haría falta una norma escrita, ni siquiera un uso o una costumbre si existiera respeto, y de hecho, ni siquiera sería necesario poner carteles con la inscripción "respeten tal o cual cosa" si desde críos, mamásemos una de las mejores escencias para vivir en armonía, pero..., de momento nos gusta más tocarle los huevos al prójimo.


Texto y foto: Contrahecho

domingo, 18 de enero de 2009

El blog de Moda!


Buena chica, si señor.
A veces pienso que ir en contra de lo establecido fue el comienzo de la historia de las modas, pero, ¿por qué?

Quizás sea una buena respuesta aquella que hable sobre el individualismo y la supremacía de lo diferente….o….será solo una justificación. La única verdad existente sobre la moda, es que todo lo que toca se encarece.

Ser políticamente incorrect@, ir en contra del sistema, beber en la calle, escuchar música cañera y hablar de todo esto como si tuvieras algo que decir, meterte en peleas, acostarte con personas de tu mismo sexo, despreciar el amor, odiar tu vida, tu casa y tu barrio.

Si tienes más de tres, cantarás el bingo de la moda, y tendrás que hacerte una pregunta muy peligrosa: ¿eres tú quien dirige tu vida?

No quiero asustaros en esta primera intervención, podéis pensar que estoy desnuda mientras escribo esto, yo, por supuesto que pienso que tod@s estáis desnud@s...¿no es también una moda el desparpajo sexual?


Ya que nunca conseguiré aclarar mis dudas, iré al Berska a comprarme una camiseta que ponga: ¡Palestina Libre!